
Oh morada celestial, ¿quién podrá_alcanzarla,
con los santos disfrutar la gloria_anhelada?
Los que luchan sin cesar frente_al enemi↘go
sin ceder hasta_el final: este_es su desti↘no.
¿Quién tendrá junto_al Señor un lugar cercano,
recibiendo_así_el favor tan, tan esperado?
El que_ha sido_humilde_y leal, fiel a sus prome↘sas,
todo por su Capitán, Rey de gran noble↘za.
Oh morada celestial, quiero conquistarte,
mi_alma_entera_he de_entregar para_al fin lograrte;
todo_el mundo nos dirá: “No vale la pe↘na”;
mas sabemos que_ahí_está la promesa_eterna,
{ la promesa_eterna. } (2)
