M,L: David A. Mijares
Bendito seas, oh Dios, Padre del Salvador,
que_en Cristo nos bendices con tus dones;
previo_a la creación nos elegiste, Señor,
para ser santos en tus atrios.
Nos revelaste_el misterio de tu voluntad,
que_en Cristo te_habías propuesto realizar:
que Cristo sea Cabeza de todo cuanto_existe
en el cielo / y en la tierra.
Por tu gran amor nos escogiste, Señor,
para ser tus hijos muy amados.
A nuestro corazón enviaste tu_Espíritu,_oh Dios: “Abba, / Abba, Padre”, te_aclamamos.
En tu / Hijo, Señor, y gracias a su cruz, somos redimidos y perdonados.
Has derramado tu_amor en Cristo Jesús; tu gracia / y prudencia / has derrochado.
En Cristo_y por la fe, tu_Espíritu nos selló, garantizando nuestra_herencia.
Nos redimiste / en él como tu posesión:
tu pueblo, / alabanza de tu gloria.
que Cristo sea Cabeza de todo cuanto_existe,
en el cielo / y en la tierra.